Era el indicio que se necesitaba para que todos terminaran de aceptar una dura realidad. La Policía logró ubicar en un comercio de Santa Fe una bicicleta de mountain bike que había sido robada en Tucumán. Ahora, los investigadores cerraron una hipótesis que muchos se negaban a aceptar: hay una o varias organizaciones que se dedican al robo de estos rodados -cuyos valores oscilan entre los $300.000 y $2 millones- para ubicarlos fuera de la provincia.
En enero, una mujer denunció que desconocidos ingresaron a su vivienda durante la noche y aclaró que lo único que se llevaron fue una bici de alta gama que estaba en el exterior de la vivienda.
La víctima no sólo realizó la denuncia, sino que además colaboró con la investigación. Realizó una búsqueda en las redes sociales y pudo determinar que los delincuentes la habían llevado hasta Santa Fe. Luego se presentó en la Brigada de Investigaciones de Yerba Buena y entregó un detallado informe sobre lo que había averiguado.
Los pesquisas chequearon la información y se la presentaron al fiscal Pedro Gallo, que hizo las gestiones necesarias para que los policías pudieran viajar a esa provincia. Cuando los efectivos se presentaron en el comercio, el propietario, según confiaron fuentes judiciales, les explicó que la había conseguido a través del amigo de un conocido que quería venderla para comprarse otra. Agregó que no sabía que había sido robada en nuestra provincia.
No se adoptaron medidas en contra del comerciante, pero los investigadores volvieron a Tucumán con la bicicleta y con el celular del sospechoso. Con autorización judicial lo analizarán para determinar si consiguen pruebas que les permitan encontrar más detalles sobre la banda que se ha especializado en los últimos tiempos a cometer este tipo de delitos.
“Necesitamos de la colaboración de los bikers. Esta investigación llegó a buen puerto porque la víctima colaboró desde el principio. Ella trajo el dato, lo chequeamos y se solicitó una medida judicial que fue aceptada por el fiscal Gallo. Viajamos hasta Santa Fe y conseguimos lo que fuimos a buscar”, aseguró el comisario Nicolás Marchán, titular de la Brigada de Investigaciones de Yerba Buena.
“No se trata de hacer un viaje por una bicicleta, sino de avanzar con la investigación de un mercado que crece. Con esta medida podremos llegar a identificar a las personas que están detrás de estas maniobras”, agregó.
En la madrugada del 1 de febrero, desconocidos ingresaron al country San Pablo, de donde sustrajeron al menos 14 bicicletas. Ese golpe estaba bien organizado. Los delincuentes aprovecharon que las cámaras de seguridad no estaban operando con normalidad. En la única casa en la que no ingresaron a robar fue en aquella que contaba con elementos de seguridad extra; este detalle no era desconocido por los ladrones.
Maniobras
Ese hecho aceleró las investigaciones. La Policía terminó recuperando más de seis rodados y dejó al descubierto cómo podría ser la operatoria de las organizaciones que, según las estimaciones oficiales, se roban al menos cuatro bicis por día.
“Sospechamos que son personas que están buscando en las redes los ofrecimientos de bicicletas. Ellos saben muy bien las que son robadas y las compran a un bajo valor y después las revenden. A las más comunes las ubican en el mercado local, pero a las más costosas las venden en otras provincias a un valor normal que no levanta sospechas”, comentó Marchán.
La otra modalidad, según los investigadores, es pedir el pago de un rescate. “Muchas veces las personas que recurren a esta modalidad, después de haber recuperado sus rodados, se presentan y cuentan con lujo de detalles lo que les ocurrió. Sin embargo, no se animan a realizar una denuncia formal por temor a las represalias. Esa información sólo nos sirve para estar al tanto y sumar datos, pero es insuficiente para iniciar una causa penal en contra de los sospechosos”, explicó el jefe de la Brigada.
Debate
Los bikers también dieron a conocer su opinión sobre lo que está sucediendo. “Si hay un mercado negro es porque alguien lo está sosteniendo. Es así de simple y tenemos que ser conscientes de lo que está pasando. Hay que denunciar todo, el robo y la existencia de vendedores y compradores”, explicó Mario Martínez.
El tema ha generado un importante debate entre los ciclistas. Por un lado están los que aseguran que si se informa sobre este tema se pueden incrementar los robos y, por otro lado, los que insisten que todo se debe denunciar. “Si no colaboramos estamos el horno. Quiero que recuerden qué pasó cuando nos robaban en las sendas. Acordamos lugares y horarios y todo cambió. Los ‘choros’ no son giles, van a otro lado a buscar su botín. Para que la Policía actúe tenemos que dar a conocer todo”, agregó Eloísa de Jiménez.
Un mito
Marchán aclaró otro tema que preocupa a los deportistas. “Algunos creen que no conviene hacer la denuncia porque no tendrán los papeles para recuperarla. Ya han cambiado las cosas y todo se devuelve”, explicó.
“No hace falta tener la factura. Puede ser un resumen de una tarjeta y hasta una foto en la que demuestre que esa era su bicicleta. Todo se simplificó para luchar contra esta modalidad delictiva”, concluyó el comisario.
Recomendaciones
- Si es víctima de un robo de bicicleta, realice la denuncia.
- Evite pagar un rescate, y si lo hace, aporte todos los datos a la Policía para que investigue el caso.
- Denuncie si encuentra algún dato de una persona vendiendo bicicletas robadas en las redes sociales.
- Desconfíe de la venta de repuestos a bajo precio.
- Conserve alguna documentación o tome una foto de alguna característica del rodado para reclamarla si se lo roban.